¿Cuándo se debe cambiar el radiador de un coche?

El radiador del coche, como otros elementos que lo componen, puede averiarse y requerir una sustitución cuanto antes. Te ayudamos a identificar cuándo es el momento de hacerlo.

El radiador de un coche está presente con el objetivo de disipar el calor del líquido de refrigeración, que viene del motor. Así se regula la temperatura interior y se evitan sobrecalentamientos que puedan desencadenar una rotura.

Un radiador de un vehículo está formado por diferentes piezas, destacando sus depósitos de entrada y salida, así como las canalizaciones que las conectan.

Estas canalizaciones, a su vez, cuentan con aletas que ayudan a que se produzca un correcto intercambio térmico entre líquido refrigerante y el aire ambiental.

¿Cuándo cambiar el radiador del coche?

Una de las ventajas que ofrece el radiador de un coche es que, en caso de presentar cualquier fallo o funcionamiento, ofrece señales muy claras.

Por tanto, vas a saber rápidamente que este componente está fallando, antes de que la avería sea demasiado grave y cause daños de alto coste.

Algunas de las señales más claras de que el radiador del motor está fallando son las siguientes:

  • Si se producen escapes durante la conducción.
  • Cuando las canalizaciones parecen estar obstruidas.
  • Al recibir un impacto que pueda haber dañado el radiador.
  • Si se nota que el motor se sobrecalienta.
  • Cuando en una revisión notamos que el radiador está frío en una parte y caliente en la otra.

¿Es necesario cambiar el radiador de un coche?

El radiador es una pieza imprescindible para el buen funcionamiento del vehículo. Por tanto, en cuanto notemos alguna señal de que está averiado o no desempeña bien su función, debemos tomar decisiones.

Una revisión profesional, puede confirmarnos si el radiador está averiado y necesitamos realizar el cambio por uno nuevo.

De no hacerlo, las consecuencias van a ser graves. Especialmente, cuando el motor se sobrecaliente de forma excesiva y pueda llegar a sufrir una rotura.

El cambio del motor por rotura, que además irá ligado al cambio del radiador igualmente, supondrá un coste considerablemente alto.

Un coste que, además, podemos evitar si hacemos el cambio del radiador en el momento adecuado, antes de que su avería ocasiones estas consecuencias.

¿Es posible cambiar un radiador de coche?

Como con tantas otras piezas del vehículo, el radiador del coche también puede cambiarse o bien personalmente o contratando los servicios de un taller profesional.

En este último caso, tenemos la garantía de un servicio de calidad, con las herramientas adecuadas y realizado por profesionales.

De todas formas, existe la opción de hacer el cambio por nuestra cuenta. Para ello necesitamos desmontar todo el sistema, vaciar el líquido de refrigeración sobrante, colocar el nuevo radiador y fijarlo.

Hay muchos elementos presentes en este proceso, tales como los manguitos, sondas, vasos de expansión y múltiples conexiones, que debemos atender para evitar dañar otros componentes o colocar mal el radiador.

Tras su colocación, realizamos una purga del circuito de refrigeración del motor y luego probamos que todo funciona correctamente.

Un radiador con un cuidado óptimo, puede durar de 8 a 10 años. Si, además, utilizamos un líquido refrigerante adecuado y de calidad, podemos ayudar a que su mantenimiento en buen estado sea todavía mayor.

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