Cómo subir una cuesta con el coche de forma eficiente
La conducción ofrece a veces retos importantes. Subir una cuesta con el coche es una de ellas. Por eso te explicamos la forma más eficiente de hacerlo.
La conducción en ciudades, por norma general, suele estar desprovista de cambios de rasante, cuestas y pendientes. Casi todas las zonas urbanas destacan precisamente por ser llanas.
Muchos conductores dedican la mayor parte de su tiempo en conducción a la ciudad, por lo que pierden práctica a la hora de enfrentarse a carreteras con mucha inclinación.
Subir una cuesta con el coche, cuando se circula a baja velocidad o incluso partiendo de un estacionamiento puede resultar todo un desafío.
En este artículo te explicamos cómo afrontarlo de forma eficiente, para que subir una pendiente o cuesta no vuelva a suponerte un problema.
¿Cuándo es complicado subir una cuesta con el coche?
A la hora de hablar de cuestas, podemos diferenciar dos tipos de carreteras. En primer lugar tenemos aquellas en las que se conduce a gran velocidad.
Una gran cuesta en una autovía no suele suponer demasiado problema, dado que la circulación a alta velocidad permite que la inercia del propio coche ayude.
Aunque es probable que tengamos que forzar un impulso extra al motor y bajar de marcha para equilibrar la potencia, una cuesta en una autovía rara vez implica algún inconveniente grave.
Sin embargo, las cuestas en algunas ciudades y, sobre todo, en carreteras secundarias, son las que mayor problema suelen suponer.
¿Por qué es difícil subir una cuesta con el coche en carreteras secundarias?
Cuando circulamos por carreteras secundarias, tenemos que hacerlo a baja velocidad. Esto se debe a muchos motivos.
Por un lado, los cambios de rasantes son habituales, así que no sabemos en muchos casos qué nos depara lo que hay tras esa cuesta.
Las condiciones de la carretera tampoco suelen ser las mejores. Con suerte tendremos que circular por asfalto, pero a veces incluso habrá que hacerlo sobre tierra, con la pérdida de adherencia que ello supone.
En estas situaciones, conducir a baja velocidad nos impide aprovechar la inercia del vehículo, por lo que tendremos que hacer un uso efectivo del cambio de marchas.
¿Cómo subir de forma eficiente una cuesta con el coche?
Lo ideal es conducir en 2ª y 3ª marcha, para que el motor tenga fuerza suficiente, sin que la velocidad sea excesiva cuando lleguemos a lo más alto.
Si venimos de carreteras donde se conduce a mayor velocidad, la pauta aconsejable es bajar conforme se note que el motor necesite más potencia.
Dependiendo de la cuesta es posible que bajemos desde 5ª hasta 3ª o incluso 2ª si es muy inclinada.
¿Cómo subir una cuesta con el coche parado?
Si partimos de una situación de estacionamiento, normalmente se aconseja arrancar con el freno de mano puesto.
Con el embrague pisado, elevamos revoluciones con el acelerador y vamos soltando el primero hasta notar que el motor tiene potencia suficiente para iniciar el movimiento.
Mantenemos el embrague sin soltar del todo y con el nivel de aceleración actual. Cuando el motor pueda mover todo el vehículo, bajamos el freno de mano y podremos subir la cuesta de forma normal.
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