Velocidad recomendada para cada cambio de marchas

Cambiar de marcha se relaciona muchas veces con una velocidad concreta. Aunque hay más factores, te contamos qué velocidad es adecuada para cada cambio de marcha.

Cada conductor conoce mejor a su vehículo que nadie. Es por ello que sabe cuándo es el momento ideal para cambiar de marcha o, al menos, eso es lo que piensa.

En la práctica, cada modelo de coche relaciona el motor, la aceleración y el cambio de marchas, para una conducción perfecta.

El coche automático consigue aprovechar todo el potencial del vehículo en este sentido. Sin embargo, en el cambio de marchas manual, debemos escoger nosotros el momento más recomendable en el que cambiar a una marcha más alta o más baja.

Para ello, debemos basarnos en muchos factores y la velocidad suele ser el más importante de todos.

Velocidad para cada cambio de marcha

El cambio a la segunda marcha es recomendable realizarlo al haber recorrido 6 metros, que debería hacerse en pocos segundos. Aquí la velocidad es mínima y casi imposible de identificar en el vehículo.

La tercera marcha se recomienda aprovecharla a partir de los 30 Km/h. Aproximadamente a los 40 Km/h deberíamos cambiar a cuarta marcha. A partir de 50 Km/h, debemos valorar el cambio a quinta marcha.

Revoluciones para cada cambio de marcha

Si nos fijamos solo en la velocidad alcanzada, estamos obviando muchos otros factores que son importantes a la hora de cambiar de marcha.

Uno de los más importantes es el de las revoluciones que hayamos alcanzado. En los coches de gasolina, por ejemplo, es recomendable hacerlo entre 2.000 y 2.500 rpm (revoluciones por minuto).

Si conducimos un coche diésel, el cambio según las revoluciones se realiza en valores más bajos, de entre 1.500 y 2.000 rpm.

En cualquiera de los casos, debemos evitar subir por encima de las 2.500 rpm y, si lo que estamos haciendo es cambiar a quinta marcha, debemos procurar superar las 1.500 rpm antes de hacerlo.

La densidad de tráfico y las marchas

Otro factor a tener en cuenta es el del tráfico existente. Por mucho que la teoría nos motive un cambio de marchas, tenemos que procurar evitar colisiones y conducir de una manera tranquila, para favorecer la circulación.

De esta forma, en momentos en los que hay un tráfico considerable, es recomendable circular siempre en segunda marcha y cambiar a tercera solo si se pasan de las 2.000 rpm.

Ventajas de utilizar un cambio de marchas adecuado

Cambiar de marchas en el momento más recomendable y conducir con la marcha correcta, según nuestra velocidad y el tráfico existente, tiene sus ventajas.

En primer lugar, obviamente, en relación al mantenimiento de la mecánica del coche, ya que no forzaremos el motor ni los sistemas de aceleración, freno y cambio de marchas.

Por otro lado, también podemos ahorrar combustible, si conducimos a una marcha adecuada, mientras que si desaprovechamos las revoluciones del vehículo, nuestro combustible se consumirá más pronto.

Por todo ello, el aprovechamiento de todos los factores que inciden en el cambio de marchas, nos permitirá una conducción más eficiente, económica y segura.

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